miércoles, 6 de febrero de 2013

Araña estrella meteoro bala


Encontré una araña negra, del tamaño de una nuez, en el techo del baño, mientras orinaba. El pánico ocurrió hasta que crucé la puerta. Proferí un quejido patético, es verdad. Le provoqué preocupación a alguien y algún brote de odio a otro más, qué importa.

Volví al baño con un zapato y la araña seguía en el mismo sitio. Cuando bajé la vista para apoyarme en un mueble, saltó, no sé a dónde, en menos de un segundo estaba bien oculta en alguna orilla inalcanzable de la burbuja acrílica del techo. O en las toallas, o en mi cabeza.

Me sacudí el cabello. Me sacudí los hombros, los brazos y las nalgas. Salí del baño. Salí a quejarme de nuevo. Pedí ayuda. Nada.

Hay una araña escondida en mi baño, mañana saldré al trabajo sin bañarme, apestando a miedo. Araña, estrella negra, centro del mundo que vino a buscar la muerte junto a mí: esta música es para ti.

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