Tuv terapia nueva diez, pemé, y terminan, tendime en ca, mirando na, minutos dos en vez de más. Levanteme a tomar baño, diez con cinco pemé. Pusime licra yoga negra porque así sí me veo bien, pero de tal me cambié, de alguna manera justo a ti, que llegases del trabá, estúpidamente en ropa y las mejillas que he besando últimamente, cuya última versión tuvo me lija, y ma piel. Puseme pues los zapatos, los lejanos, los que casi no cubren mis pies. Fui corriendo a comprar algo que pudiéramos compartir. Lo guardé loen alacé por si tú venías por me. Abrí la computadora a trabajar, y te escribé, al veinte para las doce. Valentía de mí, pensé.
Quince minutos más tarde, respondías que vas por al, que yo no puedo entender. Y es obvio que no me impor.
Eso me pasa por puta. No hay razón para seahorrarse letra alguna del lugar que me he buscado en el mundo de las horas, los zapatos, el trabajo, el recuerdo de tu piel.
Terapia de nueve a diez. Todavía no he llegado. Parece que no es para mí. Parece que no es para mé.
