sábado, 24 de octubre de 2009

Vamos

Ahora que regresé a la escuela he pensado - al caminar en la calle, mientras cocino y mientras leo - en mi experiencia en las aulas; desde niña, desde el salón lleno de niños en el que me enamoré por primera vez - mera referencia - gracias al cual mis padres aprendieron a enseñarme los verdaderos nombres de las cosas, hasta las clases universitarias en que los profesores aprendieron la blandura de los límites de su propia paciencia, gracias, "gracias" a mí. Pienso que no he olvidado todo, pero casi lo he logrado, sí, tal vez algún día me hice el propósito de olvidar todo eso que ya logré olvidar y así al menos implicaría un triunfo, pero lo he olvidado.

De genética, historia de la taxonomía, historia de la revolución, de las garantías individuales, reglas de acentuación de palabras con diptongos, nombres de los huesos, química orgánica, química inorgánica, la fecha de la muerte de Benito Juárez, de Nezahualcóyotl, el círculo de Re, ciertas funciones del adobe photoshop, estadística, vida celular, átomos y moléculas: no he olvidado que esos temas existen y reconozco claro el recuerdo de mi decisión de no aprender el contenido de algunos de ellos, desde que los confronté por primera vez en casos, otros desde la segunda; en mi mente cada uno de aquellos nombres es el nombre de un conflicto que en lo particular me llevó a retener u olvidar, aunque el recuerdo de ese conflicto tampoco me lo garantizan.

Me pregunto porqué en cambio me persiguen las palabras de dos o tres personas en las calles, porqué las conservo casi con todo y el color del piso en que aquellas personas estaban paradas cuando las dijeron y el tono de sus voces, qué hay de cierto y de importante, por ejemplo, en que yo tenga cierta predisposición a la tragedia, qué importa que un ramo de flores sea una ofrenda de células, cuan guapa soy, cuan inteligente, cuan necia...

viernes, 16 de octubre de 2009

...allá donde me intuyes y reconoces
sostienes mi cabeza con una mano
y secas mis lágrimas con tus canciones

donde me quieres
con el encanto que les falta a mis recuerdos para ser olvidados

(quiero saber que en algún lado)

el don del consuelo te pertenece
y espera por mí como un secreto a voces
de un idioma
aún no interpretado.

domingo, 11 de octubre de 2009

saber decir good bye

Sigue corriendo,
no te quedes ahí quieto como si ya estuvieras cansado,
corre como perseguido, como poseído, como sabio que hace el tonto.

Filtra tus ojos entre postes y corrientes de aire hasta perder tus dudas de haber llegado
a tu destino
- ya lo sé - tú no crees en el destino, pero corre
si no es el destino quedar quieto, condenado,

¿qué haces aquí?,
quiero fuera de mi vista ese par de ojos rodeados
de hombre,

¡que se vayan!

Hay un desfile y debe continuar.

domingo, 4 de octubre de 2009

una domenica qualunque


Los domingos son para ir al cine,
para dejar que los trastes de ayer y la primavera organicen un baile de moscas en el centro de la habitación cuadrada.
Para cocinar mi plato favorito de la vieja casa
y acompañarlo con una cerveza.
Para recibir un saludo tuyo, que me deje
muda,
con la boca abierta,
y sabiendo que estoy sola el resto del domingo.