lunes, 15 de febrero de 2010

Casi30


Esta tarde mi madre entró en el cuarto sin preguntar, como antes. Se metió en el escritorio, oteó, hojeó y olfateó todo lo que hubo a su alcance, como antes, y salió a atender el llamado a la puerta de la casa como si yo no hubiera estado ahí, debajo de ella, inclusive de mi propia piel y de cada objeto en el que ella esperaba encontrar quiénsabequécosa mientras me pedía y me preguntaba por la persona que yo he estado dispuesta a obedientemente ser.

sábado, 6 de febrero de 2010

más espejos

Surja luz de sol del centro de la tierra
dórense a su paso las hojitas de madera
y escurran gotas de agua al origen de la sed.

Yo soy un cactus
y no me sonrojo
a mí esa llamarada me soba la piel,
pasamos el día agarrados de los ojos
de noche le suelto, le dejo caer.