martes, 19 de abril de 2011

Boca de piedra


La novela del lobo vino del silencio. ¿Y el silencio? De los labios. Los labios le hicieron una trampa al lobo. Un cortello. Lo guardan dentro. La boca es única en no tener miedo. Los labios saben guardar la novela. Se siente amarga. Toma un sorbo de agua, también beberá el lobo. De noche, de voz fresca y larga, como quien canta desde una cueva inundada, aullaremos.