Creo saber qué sentiría si te tocara. Lo sabría también si no te hubiese tocado nunca qué gran mentira. Como si hubiera observado y recordara claramente el color de tu piel y tu sonrisa, que es como el niño que anoche en un sueño me sostenía la mirada.
Es hora de dormir otra vez, pero hay algo que quiero saber.
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