La cama esperó todo el día, la encuentro perfecta. El ruido de anoche preparó entre nosotros una tregua y hoy será quien abrace todo mi cansancio y lo convierta en sueño donde un niño se levanta del suelo con las rodillas sangradas; su perro huele el dolor, ladra a la nada alrededor, y se lanza a lamerle al niño la cara.
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