1. El honor es un viento que mueve al papel arrugado. Basura insuflada. Sirve de argumento. "Yo tuve el honor de albergarlo, en una casa que no es mía". El honor es un recibo del impuesto predial, tremil tre ciento cuarenta y uno peso. El honor es todo mío. Siempre, nunca: el honor está dispuesto. El otro día mi madre me dijo que yo he renunciado al honor, me deshonró de un plumazo: arrebató de ustedes el honor de dudar de mi deshonra. Pecunia non olet.
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