lunes, 18 de noviembre de 2024

Litografía

Tú sabes que no quiero ser

una figura de piedra

que no madure

que no envejezca.

Yo sé que tú quieres 

ser un hombre

de piedra,

con una vida

de piedra 

con unos ojos

de piedra.

Yo sé que tú sabes que yo sé que tú sabes que yo sé que tú sabes que yo sé.

sábado, 2 de noviembre de 2024

Tlalpujahua

Los primeros versos del huapango hacen el día. Como si fuera el primero de todos los días del mundo.

Como si fuera el último, pienso. Era el único y sólo ocurrió en mi mente.

Una boda. Que se sabe inecesaria para el mundo. Nuestra boda en nuestra alma. Las sonrisas de amigos y el huapango. En nuestra mente. Los buitres. Una boda en la que nunca decidimos qué dar. La amargura de mis padres porque sabemos de qué se trata el matrimonio: en mi mente. 

El día hecho de huapango, nuestra boda ocurre sólo en nuestra mente. En nuestro corazón. En el futuro incierto dentro de tres meses. Me convenciste de hacerlo en esta casa. No tuviste que hacer mas que decírmelo para convencerme. No tuviste que convencerne de no hacerlo en Tlalpujahua.

domingo, 21 de julio de 2024

Árbol

El árbol de ser tuya.

La raíz de ser tú.

El agua eterna.

La fruta de aquel día.
De este. 

El sol.

sábado, 8 de junio de 2024

Ojos de perro

Te amo tanto que me vi en los ojos del perro que era amigo de tu madre. El perro buscaba algo más. Buscaba a tu madre. ¿Será que sólo por ser mujer se la recuerdo? Te amo tanto. Yo no le gustaría a tu madre.

domingo, 21 de enero de 2024

Igual

 Como perro, lloro igual que río. Termino llorando cuando creo reír, y de cabeza. Prefiero morir que seguir llamándole vida a este pedazo de voz.

sábado, 23 de diciembre de 2023

Balada del esquimal

¿Alguna vez

allá 

entre coitos enamorados

de puertas abiertas

piensan en nosotros,

que las lágrimas se nos congelan?

jueves, 16 de noviembre de 2023

Hermana sista

Puede que nadie me crea, pero hacerse grande es acarrear agua con una jícara, de una tina llena de gotas, a una cubeta, que puede ser cargada para echar sobre la caca y que se vaya a donde no la vuelva a ver. Con esperanza de no verla nunca más.

Tal vez tú nunca me creas, pero en la faena de ser adulta, me caí tal como niña, pero sintiendo el dolor.

No me creas, pero alguna vez tu nombre fue mi única razón para acarrear agua. Una y otra vez.

Es muy tarde para ser, para mí, para faenas y accidentes dolorosos.