domingo, 12 de octubre de 2014

Clavelito


https://www.youtube.com/watch?v=XnN_r7_usII

La noche está clara, silenciosa y vacía. Vengo a hablar con los animales del bosque librero. Conejo con camisa siete centímetros cuerpo duro terciopelo gris. Bart Simpson. Diez centímetros de plástico pintado amarillo azul. Este vivía en el congelador. Flor fotógrafa, veinte años cinco. Y la ardilla de madera que parece pato.
Lean mis labios.
Este libro no está dedicado nadie, de tal modo que se pueden olvidar de él si a ustedes les preguntan por un libro dedicado que yo estuve leyendo.
No lo voy a leer más. Es muy probable que no lo vuelvan a ver salir por detrás de Hojas de hierba, que a su vez parece no haberse movido nunca. Este libro no está dedicado y yo lo dejo aquí o allá, si quiero. Y lo vuelvo a leer, si quiero, porque no tiene una dedicatoria.
La portada de Hojas de hierba se parece a la de un libro que sí me dedicó José Luis. Luego encontré que le había dedicado el mismo libro con las mismas palabras a otra persona. Pero esas cosas nunca me han importado y aquí, además, no dice nada. Lo conservaré para ver si lo olvido y para ver si lo recuerdo si vuelve a aparecer. A este libro no le falta una hoja, y esa hoja no dice nada.