martes, 22 de octubre de 2013

No se olvida


Nos viene persiguiendo, la desgracia. Nos damos el lujo de olvidarla. Nos damos el lujo de darle una patada en el hocico y nos abraza, nos congela la espalda, los huesos, el pecho. La vida vale la pena vivirla cuando la vida vale la pena vivirla. Nos viene persiguiendo hasta que yo -soy la valiente- doy la media vuelta, le doy la cara, le doy una larga sonrisa de haz lo que te dé la puta gana. Valiente pienso en pararme de manos, en bajar corriendo el cerro, lanzarme definitivamente por placer, demostrar que no me van a salir alas. La piel también se quema de frío y perdóname, pero no quiero.

Esta mañana mis piernas, del talón hacia las rodillas, los músculos de la cara. La tomé del hocico y le dije buenas tardes, hermana, tú también estás sola y a las pequeñas como nosotras nos toca el cielo, los besos en la boca, el calor de las lágrimas, golpes accidentales contra las patas de la cama y un nombre se piensa a gritos: ¡mamá! Mamá dice que los adultos vienen y los niños van y casi nunca se encuentran.

Detesto esta sensación de madurez, la detesto por ser lo mejor que hay. La vida es un revólver de adrenalina. Clic, clic, clic, me quiere.

sábado, 19 de octubre de 2013

Hamburguesas


Tu novia se comió una hamburguesa y media. Sonríe a tu lado con olor a chipotle y a cebolla en toda la boca. Tienes una novia feliz, pones a David Bowie con Pink Floyd. No tenemos quince años pero sabemos comer hamburguesas.

A estas horas, comerte pasa por la mente de otra novia, la misma, con hambre y sin hamburguesas. Pero no comerte todo, sólo pegarte un mordisco en un brazo o una nalga. En otro lugar, otra novia quiere morderte y que su hambre te duela.

Todo lo que ha salido mal, vale la pena. Pink Floyd. Tú y yo podemos hacer muchas cosas que valen la pena, siempre y cuando, sin mordidas, sin hambre, sin vergüenza.