martes, 31 de enero de 2012

Mi cerro



No tengo tiempo para un cerro en un ombligo de la tierra, en un lugar imposible de ubicar en cualquier mapa, en un cerro con sus plantas, con sus tipos particulares de plantas y de bichos. Con frío o calor y humedad o apenas viento. Una casa en el cerro. No tengo tiempo, ni siquiera para una casa muy pequeña. Por eso habría una ventana para verlo todo desde la casa como en una película que vi hace muchos años: una niña conoce a una bruja y la bruja le pone un hechizo, la deja metida en un cuadro con un río, con patos y una casita con ventana, y a veces la niña aparece en la ventana y otro día alimentando a los patos. Me gustaría tener, si hubiera cerro; camino, casa, ventana, bruja, relato y tiempo.

martes, 24 de enero de 2012

Difícil




porque demasiado tarde no solo es un lugar común y de pronto necesito cabello que me cubra los hombros; cabello largo, ondulado y suave. También llegó la urgencia de tocar la guitarra, y no me interesa aprender a tocar, solamente quiero tocarla. Antes no lo quise por temor que fuera demasiado tarde para querer: demasiado tarde dinero, demasiado tarde enfermedad, demasiado tarde una orden. Yo hice que funcionara demasiado tarde no quiero.

Me gustaría tampoco es un simple par de palabras, y de pronto necesito que el cabello me cubra los hombros, cabello largo ondulado y suave. Y tocar la guitarra, no aprender a tocarla, tocarla solamente. Y me gustaría, me gustaría no puedes, me gustaría no debes, me gustaría no quiero.

jueves, 19 de enero de 2012

Sin embargo


Puedo ver el Sol saliendo tras de mí un círculo cabe apenas en el retrovisor, como bandera de Japón. Frente a mí policías con sus patrullas desvían el paso. Un hombre muerto, su cuerpo hecho pedazos en el pavimento tiene trazado el movimiento, no termina de caer y golpearse. Dios, que no existe, sin embargo se procura sacrificios humanos.

lunes, 9 de enero de 2012

Estática




Pronuncio tu nombre. Lo digo sin voz y le doy la forma del espacio entre mi boca y tu cara. Es un deseo muy fuerte, sólo puedo borrarlo con risas. No importa si no te lo digo; mis ojos, mi boca y mi voz ya lo conocen: tu nombre es mío.