miércoles, 26 de mayo de 2010

Gen



En el principio todo era nunca, probablemente imposible, errores de clima y hambre. Todo cambió cuando quise que cambiara. El deseo rasga recelos, esculpe, duele, y continúa su amenaza. Apunta hacia ti.
Tú lo miras como a un bicho y…
Has dejado de mirarle.
En el principio todo era nunca. Probablemente imposible. Errores de clima y de hambre. Eso cambiaría si yo lo deseara.
- Si yo lo deseara -.
No sé por dónde empezar.  No tengo nada.

sábado, 22 de mayo de 2010

Rrrrrrrrrrrrrrrrr...


Tengo tantos amigos
como tiene hojas un árbol pequeño,
con primavera, verano, otoño e invierno.



eres la hoja que siempre vuelve a nacer.

Existe


Se mira hasta entender que el otro siempre será un desconocido. Se escucha. Se habla. Se sonríe por fin o desde el principio. Se come juntos algo delicioso. Se sienta uno junto al otro a leer. Se piensa que el otro es hermoso y se espera un tiempo para reencontrarse. Se saben algún día uno pensando en el otro y saben que se detienen, cada uno en su cuarto, en el mismo momento a pensarse. Se intenta ser el otro por un momento, urge. O no. Pero vuelven a verse. Casi no pueden moverse. Pero apenas se atreven a tocarse se hacen felices. Y no lo olvidan.  Lo repiten. O no lo repiten. Intentan repetirlo o sólo lo recuerdan. O sólo lo saben.

miércoles, 19 de mayo de 2010

niño:



Me gustaría más jugar a la casa de campaña. O brillar, o bailar, o convertirnos en koalas, en zombies, en científicos locos, en ingredientes de nuestros experimentos y cambiar de color y volver a ser nosotros cuando todo tiene que irse al escusado.

domingo, 16 de mayo de 2010

suficiente


Dame una foto tuya
y si quieres, ¡busca un lugar en la pampa!,
allí cava,
cava,
cava,
cava,
cava,
cruza el centro de la tierra,
cava,
surge en las antípodas
y olvídate.

Pero primero la foto.

sábado, 15 de mayo de 2010

Problemas de horario


Son las tres de la mañana y yo querría viajar en la línea uno del subte, sentir ese olor que, ya me explicó Ashlar, sale de la madera quemada de los frenos, y descifrar lo que me recuerda. Tengo los sentidos cansados pero no puedo dormir. A esta hora hay una sola cosa qué hacer en la calle y yo me sentaría frente a las ventanas de la biblioteca, iría al súper o a tumbarme en uno de esos jardines como hace aquí toda la gente bajo el sol.
Cuando salga el sol la persiana seguirá cerrada y yo tendré más sueño y no podré más. En mi sueño me despediré del insomnio y le miraré sonreír por última vez. Tal vez despierte con la sensación de haber estado en Querétaro.

sábado, 8 de mayo de 2010

¡Sed!


Miro desde lo alto la creciente del río y siento que todo me pasa por la garganta, que todo lo que se va pasa por mi boca. Se agita mi respiración y abro más los ojos para que pase más agua. Lo que se lleva el río, el río, el agua: Todo fue mío.

miércoles, 5 de mayo de 2010

Ficción




Soy un hombre, o cualquier cosa que no sabemos que soy. Soy un viejo tal vez, un humano, sí, pero no yo; y en este momento me dejo caer en una silla que rechina, no demasiado, intento desplomarme, perder peso pero ya sentado sigo oprimido. Una vez sentado mis párpados se abrieron muy abrir para luego encogerse: es que no puedo creer, a mi edad no puedo creer que esto me esté pasando y nunca imaginé que se sintiera así.

Apenas se fueron - ¿hace cuánto? -, parece que el polvo levantado por sus pasos sigue revoloteando. Se han ido y no sé cuánto lo intentamos pero ya se han ido y yo sé que lo último que hice fue parecer fuerte. ¿Pensarán que soy fuerte? Probablemente sea un error pasar la vida o unos minutos aparentando algo así, o de verdad intentando serlo, qué sabré yo de la diferencia, absolutamente nada, aquí todos venimos a respirar y para algunos eso ha de ser nada pero aún así respiran y se respiran.

Ahora me he quedado solo y no me alegra que mi madre no esté aquí preguntándome por qué y cómo, porque puedo admitir que me encantaría que siguieran aquí amenazando mi respiración, aunque fuese sólo ella.

Si dejo de pensar es porque las respuestas que buscaba no eran para mí.

Ahora que estoy solo, sólo me queda quedarme mirando un rincón y otro de la casa, despacio para no acabarme los espacios e irme acordando de a poco de uno y de otro, de sus rostros, de su olor, de sus mentiras menos, de sus ojos cuando haya sol, de sus juegos cuando llueva, de sus clases, de sus guiños. Los guiños están hechos para recordarse y yo ya no tendré chance de agradecerle a cada uno de los que me hizo un guiño, alguno de ellos bien sabio y bien claro de que habría de necesitarlos para respirar en un día como estos.