martes, 10 de agosto de 2010

martes


Martes arrastra mi cuerpo de abajo hacia arriba hacia la nada negra de ningún martes más, ni otro día de ninguna semana, sólo éste. Sólo tú revolviendo los números y los nombres, y tu cara de comerme y escupirme en pedazos de sí latir, de sí brillar, de sí tu voz atravezada en la mitad de mi garganta. Así quiero que sea como cada vez que recueste mi cabeza, olvide por completo que existe mi mente.

2 comentarios: