viernes, 18 de junio de 2010

Miau



Disfruta la vida, dicen. Hay que disfrutar la vida. Hay que ver la vida desde la nausea de la vida; y una noche, dormir y soñar que la mordida de un gato despierta y una grita por ayuda a su mamá y su mamá no llega. Lucha aunque se sabe paralizada por el miedo hasta un momento en que escucha al gato ronronear. Está quieto, acurrucado a un costado. Hay que darse cuenta de que es el gato, el gato de siempre que diario dormía ahí acurrucado, y despertar en el intento de avisar a la madre que no debe preocuparse, que se está a salvo. Que es sólo el gato.
Habiendo dejado sólo un pie en el sueño, se ha de pensar que no está el gato, pero está la madre. Luego, que no está la madre, pero se está en la casa. Y luego se ha de abrir los ojos y despertar del todo. Entonces hay que disfrutar la vida.

3 comentarios:

  1. suena a paralisis del sueño, pero no te preocupes los gatos son telepatas.

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  2. Me mandó señales mi gato. Mierda, lo extraño mucho.

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  3. El gato dice que sueña contigo. Doble mierda pues se extrañan.

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