lunes, 30 de noviembre de 2009

Ruta



Hay una niña que aparece para señalar que así mis recuerdos sean lineales, el mundo no. Estaba pensando en ella cuando llegó a hablarme un amigo y en uno de sus silencios lo visualicé sedado, paralizado frente al monitor, no alegre, no satisfecho, no idiotizado ni muerto, sólo hecho un lastimoso bulto humano que deja rodar el mundo bajo sus pies. ¡Oye!, le hago levantar la vista y no veo nada.

Hay una niña que aparece para señalar que así mis recuerdos sean lineales, el mundo no. Estaba pensando en ella cuando llegó a hablarme un amigo y en uno de sus silencios lo visualicé sedado, paralizado frente al monitor, no alegre, no satisfecho, no idiotizado ni muerto, sólo hecho un lastimoso bulto humano que deja rodar el mundo bajo sus pies. ¡Oye!, le hago levantar la vista y no ve nada.

sábado, 28 de noviembre de 2009

Go-host!

... al menos puedo suspirar tranquila porque ya le pregunté a uno de mis amigos que tiene mi permiso para ver fantasmas, o lo que quiera aunque no me lo diga, qué tiene de malo suspirar. Y él no me dijo qué tiene de malo ni de bueno, pero me habló de suspirar y me abrazó. Y suspiró.




domingo, 15 de noviembre de 2009

instrucciones de no desuso (traduzca al extranjero)



Déjese caer todas las veces que sea necesario. A placer use la memoria para olvidar esas caídas. Reconozca sus propios límites al cruzarlos: su punto de risa, de llanto, de grito y de silencio. Adminístrelos libremente. Lave la ropa, saque la basura, seque el sudor. Juegue cada mañana a la sorpresa de una dificultad distinta a las anteriores al comenzar cada día.

jueves, 12 de noviembre de 2009

Vida:



Vocablo que ata mis ojos al arco de mis pies.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

mis padres y la historia de amor que ambos ignoran



¿Romántica, yo?, acaso no será el romance a esta edad del mundo sólo posible después de al menos un divorcio, sólo en el heroísmo que así implica...
Mientras y aquí, desde mi opaca soltería, el romance es una palabra que usó el hombre con voz de mis dedos entre sus cabellos y sus labios contra mis labios. Tres o dos minutos anhelando estar sola para soñar con el aire a su lado y con arrancarle como respirar esa palabra, la voz, y el aliento; con tal suavidad que desprenda sus pestañas y una por una caigan a la tierra como el pan de Hansel y Gretel o como mensaje en una botella de su boca para su memoria, desde su boca para su memoria. A esta edad, en este mundo, el romance es una historia que alguien abandonó sin escribir el final.